«—El Gaspar Ilóm deja que a la tierra de llora le roben el sueño de los ojos.
—El Gaspar Ilóm deja que a la tierra de Ilóm le boten los párpados con hacha…
—El Gaspar Ilóm deja que a la tierra de Ilóm le chamusquen la ramazón de las pestañas con las quemas que ponen la luna color de hormiga vieja… El Gaspar Ilóm movía la cabeza de un lado a otro. Negar, moler la acusación del suelo que estaba dormido con su petate, su sombra y su mujer y enterrado con sus muertos y su ombligo, sin poder deshacerse de una culebra de seiscientas mil vueltas de lodo, luna, bosques, aguaceros, montañas, pájaros y retumbos que sentía alrededor del cuerpo.»
Las primeras tres líneas hablan de la tierra en forma de queja. Así mismo, se observan muchas referencias de la naturaleza, como el bosque, la serpiente, los pájaros, entre otros.
La parte uno de Hombres de Maíz es “Gaspar Ilóm”. Esta historia se centra en la lucha del pueblo maya y el pueblo ladino o “maicero” como lo llama el autor. Para el pueblo, para Gaspar Ilóm, el maíz es sagrado, pero los maiceros talaban los árboles, destruían la naturaleza para la siembra de maíz con el fin de lucrar.
Gaspar, inicia una lucha contra los ladinos para frenar la destrucción y el lucro. Durante la lucha, donde se hace presente el personaje del Coronel Gonzalo Godoy, la policía extermina al pueblo de Gaspar. Este, aparentemente derrotado, decide ir al río y tirarse en él. Al tomar esta decisión, muchos lo ven como un fracaso, pero para él, es una victoria al entrar al mundo de los dioses mayas. Posteriormente, y de forma representativa, el hijo que carga la esposa de Illóm, vuelve a darle su valor sagrado al maíz.
Machojón
«Machojón iba a la pedimenta de su futura. Una hija de la niña Cheba Reinosa,
de los Reinosas, de abajo de Sabaneta, en el camino que agarran los que van
a la romería de Candelaria. Agua graciosa y quesadilla en las árganas, un
pañuelo de yerba para amarrarse los sentidos, de repente le tocaba dormir en
el sereno, y el sombrero oloroso, de aquello que por donde lo dejara en la casa
de la novia iba a güeler ocho días. Los amigos lo encaminaron montados hasta
los regadillos de Juan Rosendo.»
“Machojón”, cuenta la historia de un hijo de Tomas Machojón, representante del pueblo indígena y su señora esposa, la Vaca Manuela Machojón. Esta última fue quien envenenó a Gaspar Ilóm, en el capítulo primero de la narrativa. Cabe mencionar que Vaca Manuela Machojón, es la madrasta y madrina de Machojón.
Machojón, sale de su casa con la intención de ir a contraer matrimonio con Candelaria Reinoso, como se menciona en la cita de arriba.
En su camino, Machojón es quemado por las luciérnagas, como castigo por el crimen de su padre y aparece entre llamas en los maizales ardiendo, de forma irónica.
—El Gaspar Ilóm deja que a la tierra de Ilóm le boten los párpados con hacha…
—El Gaspar Ilóm deja que a la tierra de Ilóm le chamusquen la ramazón de las pestañas con las quemas que ponen la luna color de hormiga vieja… El Gaspar Ilóm movía la cabeza de un lado a otro. Negar, moler la acusación del suelo que estaba dormido con su petate, su sombra y su mujer y enterrado con sus muertos y su ombligo, sin poder deshacerse de una culebra de seiscientas mil vueltas de lodo, luna, bosques, aguaceros, montañas, pájaros y retumbos que sentía alrededor del cuerpo.»

Las primeras tres líneas hablan de la tierra en forma de queja. Así mismo, se observan muchas referencias de la naturaleza, como el bosque, la serpiente, los pájaros, entre otros.
La parte uno de Hombres de Maíz es “Gaspar Ilóm”. Esta historia se centra en la lucha del pueblo maya y el pueblo ladino o “maicero” como lo llama el autor. Para el pueblo, para Gaspar Ilóm, el maíz es sagrado, pero los maiceros talaban los árboles, destruían la naturaleza para la siembra de maíz con el fin de lucrar.
Gaspar, inicia una lucha contra los ladinos para frenar la destrucción y el lucro. Durante la lucha, donde se hace presente el personaje del Coronel Gonzalo Godoy, la policía extermina al pueblo de Gaspar. Este, aparentemente derrotado, decide ir al río y tirarse en él. Al tomar esta decisión, muchos lo ven como un fracaso, pero para él, es una victoria al entrar al mundo de los dioses mayas. Posteriormente, y de forma representativa, el hijo que carga la esposa de Illóm, vuelve a darle su valor sagrado al maíz.
Machojón
«Machojón iba a la pedimenta de su futura. Una hija de la niña Cheba Reinosa,
de los Reinosas, de abajo de Sabaneta, en el camino que agarran los que van
a la romería de Candelaria. Agua graciosa y quesadilla en las árganas, un
pañuelo de yerba para amarrarse los sentidos, de repente le tocaba dormir en
el sereno, y el sombrero oloroso, de aquello que por donde lo dejara en la casa
de la novia iba a güeler ocho días. Los amigos lo encaminaron montados hasta
los regadillos de Juan Rosendo.»
“Machojón”, cuenta la historia de un hijo de Tomas Machojón, representante del pueblo indígena y su señora esposa, la Vaca Manuela Machojón. Esta última fue quien envenenó a Gaspar Ilóm, en el capítulo primero de la narrativa. Cabe mencionar que Vaca Manuela Machojón, es la madrasta y madrina de Machojón.
Machojón, sale de su casa con la intención de ir a contraer matrimonio con Candelaria Reinoso, como se menciona en la cita de arriba.
En su camino, Machojón es quemado por las luciérnagas, como castigo por el crimen de su padre y aparece entre llamas en los maizales ardiendo, de forma irónica.
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